Las bodegas, conocidas como cellers, son muy representativas dentro de la gastronomía del Pla de Mallorca y son una buena opción para saborear platos típicos de la cocina mallorquina. Habitualmente, la decoración de las bodegas es rústica y es normal encontrar aperos y objetos antiguos relacionados con la vida en el  campo o la elaboración de vino, como por ejemplo ruedas de carro, botes congrenyades, etc.

Por otro lado, hay que remarcar la presencia de un gran número de bares y restaurantes en la comarca, donde se pueden saborear desde platos típicos mallorquines hasta todo tipos de cocina: de autor, creativa, por especialidades, e incluso de otras culturas.

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